"Y llegó Gutierez Tello, corregidor desta ciudad, y mandó poner cruces en los caminos reales de
entrada a la misma. Tantas como fuesen necesarias. Y cuatro se colocaron. Una en el camino a Madrid, otra en el de Valladolid, una más en el camino a Sevilla junto a San Servando y una última cerca del puente de San Martín".
De las Fábulas Toledanas.
Parque del Crucero |
De las Fábulas Toledanas.
Obviamente las Fábulas Toledanas no existieron. Me he permitido una pequeña licencia para introducir nuestras Postales Toledanas de hoy. Pero la historia y el aludido sí lo son, como vamos a ver.
Al igual que sucedió en muchas ciudades de España, Toledo, vio marcadas sus principales vías de entrada a la ciudad con cruces de término o humilladeros. El término humilladero proviene de la inclinación que los fieles realizaban al pasar por su lado, humillándose ante la cruz, representando pequeños lugares de devoción.
Al igual que sucedió en muchas ciudades de España, Toledo, vio marcadas sus principales vías de entrada a la ciudad con cruces de término o humilladeros. El término humilladero proviene de la inclinación que los fieles realizaban al pasar por su lado, humillándose ante la cruz, representando pequeños lugares de devoción.
Carretera de Piedrabuena |
Durante algunos años mi infancia transcurrió cerca de dos de esas cruces mencionadas al principio. Una, la del antiguo camino real a Madrid, fue en la que más tiempo pasé, pues se encontraba en un parque muy cercano a mi casa y en el que se me iban las horas jugando.
La otra, quedó incorporada al jardín de un colegio construido en los setenta del siglo XX y en el que estudié mis primeros años de EGB. Estaba situado junto a la carretera de Ávila y daba inicio a la avenida de Barber. Hace unos años, cuando se hicieron las obras de la nueva carretera de entrada a la ciudad desapareció, como tantas cosas, misteriosamente. Tan misteriosamente que solo quedan dos de las cuatro cruces.
Publicado el 22/04/2015